lunes, 30 de julio de 2018

Sin hacer ruido, Cristina arma Unidad Ciudadana en todo el país

Fuente: Noticias Urbanas

La Cámpora y Felipe Solá son sus caballos de Troya. El silencio como estrategia política que alza su imagen positiva. “En boca cerrada no entran moscas”, reza un refrán popular. Es la frase a la que hace honor la expresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, que en silencio ejerce una fuerte influencia en las arenas políticas y cuya imagen positiva crece a pasos agigantados. A Mauricio Macri lo deja hacer, sin opinar. Tampoco disfruta de sus ya casi tradicionales longevos discursos en el Senado de la Nación. Y es que las medidas económicas del actual Presidente no solo es está cobrando su aceptación popular, sino también -en parte- la de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, quien juega de estandarte electoral de Cambiemos. A sabiendas que cada vez que hablaba en público su imagen positiva decaía, ahora, agazapada en el silencio estratégico logró una suba de 10 puntos en su imagen positiva en relación al mes pasado, aunque su percepción positiva alcanza sólo los 30 puntos. En sintonía con la baja de la imagen positiva de Macri, Cristina tiene una baja en la imagen negativa de 9 puntos, aunque logra un 64% de percepción negativa, según un estudio de la Consultora D’Alessio IROL/Berensztein. El efecto de este fortalecimiento político es tal que en Wall Street aumenta la preocupación de que ella pueda volver a tomar las riendas del Estado en la Argentina, ya que se cree que una de sus primeras decisiones sería plantear una renegociación de la “ilegítima” -tal como ella misma lo definió- deuda externa que tomó Macri.
Silencio no es quietud

Sin hacer mucho ruido y sin subirse a escenarios o aparecer en reuniones multitudinarias para evitar que la apunten como candidata prematura, Cristina se encuentra en el plan de federalizar el armado de Unidad Ciudadana de la mano de sus alfiles de cada provincia de La Cámpora, encabezados por su hijo Máximo Kirchner. Ya es un clásico que Cristina defina su papel poco antes de las elecciones para evitar potenciales boicots a su postulación. La cercanía con el massismo para esta tarea es clave, ya que en la tarea la ayuda Felipe Solá (diputado nacional del Frente Renovador) que se promueve como candidato presidencial con la bandera de una oposición unida. Incluso, salió a decir: "Yo no quiero ir a una elección con dos peronismos. El que trabaja para que haya dos peronismos trabaja para Macri. Quiero ganarle a Macri representando a un peronismo unido". En la cadena de ayudas e influencias se asoma el empresario Eduardo Eurnekián quien apoya a Solá, y  que mantiene conocidas rispideces con la actual gestión de Cambiemos. Algunos otros signos de apoyo también se vienen percibiendo, tal como el del PJ bonaerense a la candidatura del exgobernador. Fue explícitamente Gustavo Soos, senador Provincial y mano derecha de Gustavo Menéndez (presidente del PJ provincial) quien expuso que "Felipe Solá sería un gran candidato a Presidente". Hasta comparten una amistad política que cada vez toma más importancia: Facundo Moyano, con quien Solá se mueve en dupla y que mantiene frecuentes reuniones con Menéndez en Merlo que el intendente publica hasta en sus historias de Whatsapp. El proyecto de Cristina tiene como próxima posta a octubre, donde apadrinará a sus candidatos al Congreso debajo de su boleta o de quien apoye para hacer frente a la boleta de Mauricio Macri. Sin embargo, por el momento, el único kirchnerista de pura cepa que recorre el país precandidateándose es el diputado Agustín Rossi. En paralelo, es Oscar Parrilli quien se encuentra a cargo de la agenda para el próximo lanzamiento en el interior del país de cara a las presidenciales de 2019. Carlos Castagneto (que revitalizó Kolina tras el alejamiento de Alicia Kirchner), Martín Sabbatella (Nuevo Encuentro), Diana Conti (Partido de la Victoria, la base original del FpV) y el intendente Mario Secco (Frente Grande), recibieron a referentes K de Córdoba. El próximo 3 de agosto, luego de visitar la Salta del peronista “racional” Juan Manuel Urtubey y el Corrientes del oficialista Gustavo Valdés, la cúpula cristinista desembarcará en tierras de otro PJ renuente al kirchnerismo: Juan Schiaretti. El antecedente del salteño Sergio “Oso” Leavy los entusiasma: con un PJ provincial dividido, con una rama massista, el año pasado logró ser electo al “homenajear” a Unidad Ciudadana, copiando el mismo nombre para su frente.

Modus operandi

El gran obstáculo que el cristinismo/kirchnerismo debe dirimir antes de enfrentarse a Cambiemos en las urnas es el “rancho aparte” que el pejotismo duro arma representado en buena parte por Miguel Ángel Pichetto, ya que consideran que muchas figuras K -Cristina inclusive- no solo no gana puntos, sino que los resta. Por lo tanto, el objetivo ahora es visitar casi todas las provincias para fin de año para “nacionalizar” la marca cristinista/kirchnerista, para entonces concebir en cada distrito a un candidato propio que pudiera competir desde Unidad Ciudadana en la famosa mega-PASO que fogonean, frente a un PJ oficial o externo. En este punto, hasta el massismo prepara el terreno para que esto suceda en la Provincia, para lo que presentaron en la Legislatura bonaerense un proyecto de ley para permitir las internas en este sector. Con esta estrategia electoral, se buscará que haya candidatos y candidatas de UC en cada provincia del país aun sin levantar cabeza, dejando que las políticas económicas de Mauricio Macri sean el propio peso muerto que lo baje de la posta electoral que supo construir en 2015 y 2017.

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