sábado, 29 de noviembre de 2014

Servicio Meteorológico en Villa Ortúzar

El Observatorio Central del Servicio Meteorológico es mucho más que los datos del tiempo. Las instalaciones están en Avenida Constituyentes, casi Beiró. De allí salen los pronósticos del tiempo, se estudia el clima y se capacita gente de toda la región.
En las últimas semanas, un tema fue central para muchos habitantes del país de capital y Gran Buenos Aires: el calor. La seguidilla de días calurosos fue tan importante que muchos buscaron una referencia, una especie de oráculo, que anunciara cuándo llegaría el alivio. Entonces surgió el nombre de un lugar al que recurrir en estos casos: el “observatorio de Villa Ortúzar”. Instalado en Avenida de los Constituyentes al 3454 desde julio de 1906 el lugar tiene algunos datos curiosos: el Observatorio Central de Buenos Aires (que es su nombre real) no está en Villa Ortúzar, sino en Agronomía. Pero la denominación popular lo había en el primero de los barrios. Y es que hasta 1972, esa zona correspondía a Villa Ortuzar y a mediados de ese año los límites iban a cambiar y la Avenida de los Constituyentes paso a quedar afuera de Ortúzar.
La entrada al observatorio está a unos metros de la Avenida Francisco Beiró. El edificio se encuentra rodeado de un amplio parque, que es lugar de trabajo para nueve observadores que están en la Estación Meteorológica, más cuatro especialistas del Departamento de Teledetección y Aplicaciones Ambientales, doce especialistas del Departamento de Vigilancia de la Atmósfera y Geofísica y diez docentes del Departamento de Capacitación, las cuatro áreas que conviven en el lugar. Trabajan en turnos rotativos de 24 horas, los 365 adías del año. Además de las antenas especiales que sobresalen en el edificio central, el lugar tiene equipamientos extraños. Por ejemplo, hay unas casetas con persianas que se llaman “abrigo meteorológico”. Están a un metro y medio del piso (la altura promedio de una persona) y sirven para las mediciones de temperatura. También hay un termohidrógrafo, un aparato que, con un sistema de relojería y una pluma, deja sobre un rodillo especial la tendencia de la temperatura y la humedad. Y para medir la cantidad de lluvia y el ozono están el pluviómetro y el espectrofotómetro Dobson, un equipo que desarrolló el físico y meteorólogo británico Gordon Miller Bourne Dobson (1889/1976) en la Universidad de Oxford. Justamente, la unidad para medir el ozono lleva su apellido.
La OMM (Organización Meteorológica Mundial) lo reconoce como Centro Regional de Instrucción para América del Sur. Es que allá se hacen cursos técnicos para observadores meteorológicos y para todo el personal del SMN (Servicio Meteorológico Nacional). Este observatorio es mucho más que los datos del tiempo que, cada día y a toda hora, se conocen a través de los medios de difusión.

2 comentarios:

Adriana Marcela López dijo...

Apareció un perro negro con una chapa que dice Nimbus Observatorio Villa Ortuzar en las calles Av. de los incas y altolaguirre. Está perdido. Es de uds? Buscar en facebook a Melanie Soledad Da Silva que es quien le sacó la foto. Está publicado en el grupo de Facebook "Red mascotera, perdidos y encontrados"

Luis Blotta dijo...

El grave, gravísimo problema en la veracidad de la data provista por el Observatorio de Ortúzar, es que entre 1906 y hoy 2017 hubo un crecimiento de la "mancha térmica" o ISLA DE CALOR del AMBA, desviando los datos del termómetro y de los termógrafos con un desvío aritmético propio del aumento de la urbe. Y nada se ha hecho, los científicos del S.M.N. se hacen los imperitos. ¿?¿?¿?¿?¿?