Trabaja en Chacarita y vive en Palermo. En 2009 su hija Soledad fue asesinada por un violador que tenía salidas transitorias, Marcelo Pablo Díaz, en su departamento de Caballito. Desde 2015 es parte de Usina de Justicia, una ONG formada por familiares de víctimas de delitos que terminaron en muerte.
En una confitería de Villa Crespo, dialogamos con Guillermo Bargna, quien en 2009 sufrió el asesinato de su hija Soledad por parte de Marcelo Pablo Díaz, un violador que tenía 38 años en ese entonces y tenía salidas transitorias. En ese entonces, Soledad tenía 19 años, estudiaba en la UADE y vivía con sus padres en un departamento en Honorio Pueyrredón al 800. Seis años después, Guillermo, en conjunto con otros familiares de víctimas de delitos que finalizaron en muerte, empezaron a llevar adelante “Usina de Justicia”, una organización no gubernamental (ONG) que busca que mejore la Justicia Penal. Aquí la entrevista realizada:
-Contanos que es y cómo se fundó “Usina de Justicia” y cuál es tu vínculo con ella…
-“Fue fundada en 2015, nos juntamos en ese momento mayoritariamente víctimas de delitos que lamentablemente terminaron en muerte y la Presidenta y la Vicepresidenta, que son las fundadoras, son Diana Cohen Agrest y Ema Cibotti, respectivamente. Nos llamaron a cuatro o cinco víctimas más, nos preguntaron si queríamos pertenecer, se agregaron dos abogados penalistas en ese momento y esa fue la formación inicial de “Usina”. En ese momento se hizo el Estatuto Social de la ONG y se iniciaron los trámites en la Inspección General de Justicia para ser una ONG reconocida”.
-¿Cuál es su finalidad?
-“Fundamentalmente es mejorar la Justicia Penal. Nosotros creemos que la Justicia Penal tiene errores muy graves tanto en el tema de los juicios como en la ejecución penal. Entonces nuestra lucha fue básicamente desde el principio modificar las leyes que norman tanto lo procesal como lo de ejecución. Y también empezamos a acompañar primero y ayudar desde el punto legal a determinadas víctimas en determinados juicios. Como después se incorporó gente que viene de la psiquiatría, de asistencia social, empezamos a ayudar a transitar a otros familiares de víctimas. Una de las primeras cosas que tuvimos en común, fue que cuando a cada uno de nosotros nos sucedió el hecho trágico en la familia, nadie sabía qué hacer en ese momento. Entonces eso se ha resuelto en parte por la Ley aprobada el año pasado, que es la Ley de Protección de las Víctimas de Delitos, que encara el tema de no saber qué hacer cuando a uno le pasa una situación similar”.
-¿Cuáles son los desafíos próximos que tienen dentro de Usina?
-“Nosotros participamos en las Comisiones tanto de Diputados como de Senadores e hicimos presentaciones dentro de los encuentros e hicimos exposiciones tanto cuando se debatió la Ley de Protección a la Víctima como las modificaciones de la 24.660 que es la de Ejecución Penal. Una vez que se inicia el Juicio y hay pena, empieza la Ejecución Penal. Bueno, la Ejecución Penal trajo también problemas. En el caso de la muerte de mi hija era por alguien con salidas transitorias pero el detonante fue Micaela García, no sé si te acordás, ahí fue el detonante, ahí empezamos a presionar en Senadores. Nos escucharon y empezaron a crear esa Ley que salió en Diputados y se mejoró en Senadores. La primera, la Ley de Protección a la Víctima, en la Justicia Penal, salvo que tenga un abogado querellante, es desoída completamente. No tiene participación en nada. Ni en la investigación ni en el Juicio ni en la Ejecución Penal. La nueva Ley le otorga una posibilidad de la participación desde el momento de la instrucción hasta el momento de la ejecución de la pena. Eso se consiguió con la Ley y determinadas personas de bajos ingresos hasta tienen el poder de asesoramiento legal, de la misma manera que lo tienen los victimarios. La modificación de la 24.660 implica que para determinados delitos graves, no tienen el beneficio de salidas transitorias ni anticipada. Tienen que cumplir la pena completa sin ningún tipo de beneficio en el medio. Ahora es necesario que los jueces apliquen las leyes. La mayoría de los miembros de la Comisión Directiva de Usina, permanentemente tienen artículos en los diarios de gran tirada, tratando de presionar para que los Jueces cumplan las leyes. Estamos presionando para que el Consejo de la Magistratura instrumente los juicios a los jueces que no cumplan con la Ley”.
-Me imagino que constantemente están siguiendo todos los casos, informándose de lo que va pasando. ¿Cómo hiciste para interiorizarte sin ser especialista en el tema?
-“Nosotros en mi familia supimos lo que era una Ley después del 22 de mayo de 2009, cuando este hombre que tenía salidas transitorias, asesinó a mi hija. En ese momento empezamos a conocer las leyes, a conocer la institución penal, porque al fin y al cabo era alguien que tenía salidas transitorias de una violación anterior. De todos nosotros, todos los que estamos como víctimas, ninguno es abogado. Todos somos víctimas que hemos aprendido a partir de lo que nos pasó. Sí la gran ayuda de determinados abogados como Daniel Roggero, Martín Etchegoyen Lynch, el Fiscal de La Plata Marcelo Romero, Julia Márquez que es Jueza de Ejecución en Quilmes. En abril de este año se hizo una Marcha en Tribunales para pedir transparencia y eficacia a la Justicia y la “Usina” fue uno de los Convocantes junto con el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires”.
-¿Qué convocatoria y qué resultados tuvo la marcha?
-“El único orador fue Daniel Sabsay, que pertenece a “Usina de Justicia” y estaba también el Colegio de Abogados que convocó. El tema es la presión hacia los jueces. Tiene que haber una normalización de la aplicación de las leyes penales en los jueces penales. Durante muchos años en la facultad de la UBA y en otras facultades hubo una postura implementada por Zaffaroni, que llegó a ser miembro de la Corte, que es lo que nosotros llamamos el abolicionismo. Nadie niega que deba haber garantías tanto para las víctimas como para los victimarios. Pero el abolicionismo lo que hace es minimizar las penas que tienen en un delito determinado. Hace poco me enteré de que una Cámara de Casación en la Provincia de Buenos Aires redujo la pena de un violador porque había utilizado preservativo. Consideró que por haber usado preservativo era lo suficientemente bueno para bajarle la pena tres años. Ese tipo de cosas queremos combatir y el tema del cambio de carátulas. Por ejemplo que un intento de homicidio no es lo mismo que un homicidio. Sin embargo, si la bala hubiera estado bien dirigida hubiera sido un homicidio. Entonces no puede ser que haya una diferencia tan grande entre el homicidio y el otro caso. Queremos que las penas sean justas para el hecho delictivo. Entonces, toda esa manifestación y todo lo que dijo Daniel Sabsay atiende a que tanto la Corte Suprema como los Consejos de las Magistraturas actúen sobre los jueces y vigilen sus fallos”.
-¿Cuáles son las medidas que consideran fundamentales para generar una mayor transparencia en la Justicia? ¿Les parece que el Gobierno Nacional actual acompaña este reclamo?
-“Mirá, ni bien Garavano asumió empezó con el tema de “Justicia 2020”. Son muchas comisiones que determinan qué cosas deben suceder en la Justicia para mejorarla. Nosotros participamos en las que tienen que ver con las penas, con las cárceles y las que tienen que ver con la Justicia Retributiva (se pueden compensar penas por acciones que realiza el victimario en bien de la sociedad). No queremos que se permita eso en los delitos graves. El Ministerio de Justicia ha creado dentro de la Ley de Protección a la Víctima un Observatorio. Está integrado por las ONG´s de víctimas. “Usina” es una de las ONG que participa de ese observatorio para vigilar que la Ley de Protección de la Víctima sea bien aplicada, y que cada Provincia tenga los elementos para darle a una víctima desde el momento en que sucede el hecho. Entonces “Usina” también participa en el Observatorio del Ministerio de Justicia”.
-Probablemente haya gente que quiera apoyarlos en sus reclamos pero no sabe cómo puede colaborar con ustedes. ¿Cómo podrían hacerlo?
-“Nosotros mantenemos la “Usina” aproximadamente entre 20 miembros. Acumular más miembros haría que fuera bastante inmanejable la ONG. Son miembros todos que por lo menos tienen ya tres años de antigüedad. Entrando a la página de Usina se pueden hacer pequeñas donaciones mensuales o por única vez aportes de dinero para los gastos, por ejemplo cuando fuimos a dar charlas para la Ley de Protección a las Víctimas en San Lorenzo. Las donaciones nos ayudan con esos gastos. Además, se van ofreciendo en distintos lugares, abogados que nos brindan ayuda con las víctimas de forma gratuita. Ahí también pueden proponerse para ayudar y colaborar legalmente con las víctimas”.
-Aparte de los interesados en colaborar, ¿Cualquier damnificado puede acercarse?
-“Sí, puede pedir ayuda. En general son solo casos de homicidios. No podemos ayudar a alguien que le hayan hecho un robo a mano armada. Tiene que haber habido una muerte. Por ejemplo estamos asesorando al Dr. Cataldo, el médico de San Martín. Lo estamos ayudando legalmente. Ayudamos legalmente en el caso Melmann de Mar del Plata, una chica que violaron y mataron tres policías.
-La última pregunta que quería hacerte es cuál es la situación actual del caso de Soledad y del homicida…
-“Mirá, lo de Soledad, el día que en que Marcelo Pablo Díaz comete el intento de violación y asesinato, a él lo agarran en el mismo edificio, porque él vivía en el edificio nuestro. El estaba cumpliendo una condena por 12 años por la violación de una chica de 15 años. No solo tiene que terminar esa pena sino que después en 2011, le dieron prisión perpetua por el asesinato de Soledad. Hoy esta cumpliendo prisión perpetua. El otro día estuve con el Juez de Ejecución de la pena de Marcelo Pablo Díaz y él esta en el Penal de Senillosa, Neuquén, que es especial para violadores y estará ahí por muchísimos años. Yo no voy a poder ver si es que sale o intenta salir pero ojalá que sea la mayora cantidad de años que se pueda”.
Contacto:
Web: https://usinadejusticia.org.ar/
Facebook: Usina de Justicia
Twitter: @UsinadeJusticia
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