Esto aumenta la incertidumbre para el 2017, dado que la suba en la partida presupuestaria de programas de promoción cultural en la Ciudad sólo será del 1,32 por ciento, cifra bastante inferior a la inflación, lo que hace imaginar que otros espacios podrían cerrar en el año que está comenzando.
“El Crisol” estaba ubicado en avenida Scalabrini Ortiz 657 y había sido desde su fundación en 2002 todo un hogar artístico para Martín Ortiz y Marcela Fraiman. “Después de 14 años, cuatro barrios, más de 150 espectáculos, centenares de artistas, miles de espectadores, en esta coyuntura de tarifazos en servicios y en alquileres y luego de gestiones y pedidos de apoyo al Estado para acceder a la compra del local, sin obtener resultados, decidimos cerrar la sala. Es un gran dolor para nosotros, una enorme tristeza que aún estamos procesando”, explicó Ortiz en su Facebook.
En tanto, Café Müller funcionaba en Lavalleja 1116 desde 2012 como un lugar de contención para espectadores y creadores. Es uno de los espacios porteños que más hizo por la danza independiente en los últimos años. “Sabemos que hubieran hecho falta unos años más de crecimiento para poder desarrollar el plan económico que nos habíamos propuesto, pero aun así, y sin dejar de hacer autocrítica, el cierre no es responsabilidad nuestra ni de nuestro modo de administrar recursos sino de un contexto económico de crisis”, declaró al diario Página 12 Jimena García Blaya, quien supo ser coordinadora general de Café Müller.
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