jueves, 15 de mayo de 2014

Ser comunero a pesar del vaciamiento

Fuente: Tiempo Argentino

Los ediles de la 15 cuentan cómo salvaron la Plaza Voluntarios, la iniciativa para un jardín maternal y el desafío con los servicios públicos.

No queremos una comuna que sea meramente representativa. Nosotros buscamos que los vecinos participen y militen. Muchas veces hubiera sido más fácil cruzarse de brazos y decir ‘esto no me corresponde’. Pero creímos que si hacíamos eso, era apostar por el vaciamiento que impulsa el macrismo”, asegura Carlos Grisafi. “Lito” es, junto a Luis Cúneo y Camila Rodríguez, uno de los comuneros del Frente Para la Victoria en la circunscripción, integrada por los barrios Chacarita, Villa Crespo, La Paternal, Villa Ortúzar, Agronomía y Parque Chas. La Junta de la Comuna 15 es una rareza en la Ciudad. Es una de las dos en todo el territorio porteño en donde el PRO no tiene mayoría. De los siete representantes, además de los tres del FPV, hay tres macristas y uno de Unidad Popular. “Podemos interpelarlos de otra manera”, asegura Cúneo. A pesar de componer una virtual mayoría, las cosas no resultan tan simples. “Cuando llegamos nos imaginábamos otra situación, mucho menos precaria. Pensábamos que íbamos a tener colaboradores… pero tardaron un año y medio en instalar los teléfonos y nos dieron un espacio cuatro meses después de haber asumido”, recuerda. “A la gestión del PRO no le interesa que las comunas funcionen porque eso mostraría que hay otra manera de gestionar, que es mucho más eficiente, entonces, prefieren ocultarlas. Se llevan por delante la Constitución. Por un lado te invisibilizan y, por otro, no te dan los recursos para que lleves adelante la gestión. Entonces los porteños se preguntan para qué servimos”, reflexiona Rodríguez. Los “recursos” de los que habla el comunero no son meramente económicos – aún no tienen un presupuesto– sino también legales, ya que las comunas aún no poseen jurisdicción. Pero esas carencias no impidieron que junto a los vecinos frenaran, al menos por ahora, la destrucción de un espacio verde en Chacarita. “De un día para el otro el gobierno desembarcó con excavadoras y obreros. Empezaron a llamar los vecinos porque nadie sabía de qué se trataba. No había cartel , ni nada que lo explicara”, apunta Grisafi. “Un mes antes de que asumiéramos el PRO gastó $ 1,5 millones para inaugurar la plaza y 18 meses más tarde la estaban destruyendo con topadoras”, se indigna Rodríguez. Luego de una presentación en la Justicia, la magistrada Lidia Lago, del Juzgado Nº 14 en lo Contencioso Administrativo, hizo lugar a la medida cautelar. “A nivel de gestión fuimos la primera comuna que presentó una iniciativa parlamentaria para construir un jardín maternal. Junto con los vecinos recuperamos la Liga Israelita, donde esperamos que en pocos meses se inaugure un centro de Salud”, relata Rodríguez. “Hicimos durante dos años consecutivos una movida muy grande que se llamó ‘El mes de la educación pública’ y el primer año fueron 2000 chicos a Tecnópolis. Además fuimos la primera comuna que terminó el relevamiento de adoquinado y la que más bajó los reclamos de poda”, agrega Luis. Pero todavía falta. “Estamos avanzando para que los servicios públicos lleguen a los dos barrios carenciados, el playón de Chacharita y la Carbonilla. Contribuimos al proceso para lograr la urbanización de los barrios”, se alegra Rodríguez.

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