La educación y un tema que preocupa a más de un ciudadano

La educación hoy día (y desde hace muchos años) es de los mas hablados en las juntadas con amigos, asados, charlas de café, etc; durante muchos años años un porcentaje de la población criticaba que este tema pareciera no ser prioritario, o por lo menos eso demostraban los políticos de turno. Hoy el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presenta un proyecto de reforma educativa en el nivel secundario, sin embargo, esta noticia no cayo bien muchos adolescentes que hoy están cursando la secundaria y en muchos colegios (con el apoyo de padres y docentes) están siendo tomados (lo que de por si genera días y horas de clases perdidas) con la intención de que den marcha atrás con el “nuevo” sistema educativo.

Los problemas en educación media siempre fueron problema y las políticas publicas no parecen ser la solución. En las ultimas tres semanas se ha tomado conocimiento de que los colegios secundarios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, al menos 17 de ellos harán una prueba piloto el año que viene del sistema que el gobierno quiere implementar, con la idea de que si esto funciona, sumarían 44 colegios mas para el 2019. Por otro lado, aunque no por eso ajeno a este tema, en la Ciudad de Buenos Aires se esta implementando el tercer año de la “Nueva Escuela Secundaria”, proceso que sin ningún tipo de criterio, justificación (o al menos intentar justificar), evaluación o (aunque esto menos probable, teniendo en cuenta la forma de manejarse del oficialismo) consulta quieren cambiar nuevamente. Como si la opinión de los directivos, docentes, padres y (no por eso menos importante) alumnos no importara. En la publicidad del nuevo proyecto educativo (de ahora en mas apodada, “Nueva Escuela Secundaria 2”) utilizan palabras que parecen (a priori) más que convincentes y que dan esperanzas a futuro como: cambio, futuro, trabajo y/o tecnología. Además se defiende la recuperación de ideales históricos de la vieja (e histórica) escuela. Lo que genera en la opinión de quienes están a favor del actual gobierno es que quienes no ven con buenos ojos la llegada de la “Nueva Escuela Secundaria 2” se están oponiendo al cambio (para mejor), al futuro, al trabajo y a los avances tecnológicos. Día a día la “Nueva Escuela Secundaria 2” va cambiando sus características, o al menos eso reflejan la muchos de los medios de comunicación, como buscando ser agradable ante el ojo de la opinión publica. Por eso desde este humilde espacio tratamos de interrogar y cuestionar si la “Nueva Escuela Secundaria 2” es un cambio positivo para los jóvenes, siendo que hace tres años se hizo un cambio en la educación secundaria, para abrirle las puertas y darle paso a la “Nueva Escuela Secundaria” y consideramos que el tiempo que lleva a cabo este proceso es insuficiente como para saber si fue positivo o negativo para quienes estudian bajo ese sistema, o como para saber si realmente merece un cambio de reforma tan rápido, sobre todo cuando todavía los directivos y docentes de muchas escuelas no terminaron de asimilar el cambio implementado hace pocos años.  ¿Hacia falta un cambio en la escuela secundaria? Por un lado y aunque parezca contradictorio con lo escrito anteriormente, sí; hacia falta… pero respetando un proceso con tiempo y paciencia o al menos para saber a ciencia exacta si el cambio que se implemento fue acertado o desacertado y no que se esta haciendo de cambiar cada dos o tres años, porque quienes más lo sienten son los adultos de mañana, es decir, los alumnos. El ser establecido como obligatorio el secundario (ley que se implemento en el año 2002 en la Ciudad de Buenos Aires y en el 2006 en todo el país) así lo refleja. Quien escribe no desconoce la crisis que existe en la educación media. Las condiciones edilicias, el ausentismo por parte de los docentes, por parte de los estudiantes, los porcentajes de abandono y de repitencia dan cuenta de que en la educación secundaria, como herramienta y formación de estudio obligatoria, hay (al menos) un punto que falla. Eso claro, no era notorio en tiempos donde el nivel de estudio secundario no era obligatorio y por lo tanto distintos jóvenes y adolescentes de clase media, media-baja y baja abandonaban sus estudios a temprana edad para darle prioridad al rubro laboral.