jueves, 29 de septiembre de 2016

Horacio Salgán, un tanguero de Villa Crespo

Otro de los grandes maestros de nuestra música popular fue Horacio Salgán, hijo de Adolfo Salgán y de Emma Mendez, nacido en una casa de la calle Gallo un 15 de junio de 1916. Desde que fue niño se consustanció con la música, principalmente con el piano, iniciando sus estudios en un conservatorio del barrio de Caballito, con un maestro de apellido Luppo.
En forma transitoria integró el sexteto de  Elvino Vardaro y la Orquesta de Juan Caló, hermano de Miguel Caló. En los años ´30 y con solo catorce años de edad, inició su carrera profesional como pianista en el Cine Universal, situado en Villa del Parque, tocando además en pequeñas orquestas. Don Horacio, fuera de su pasión por el piano, incursionó en contrabajo, saxofón y órgano, y en la inauguración de L.R.1 Radio el Mundo fue el organista estable de esa emisora. En la década del ´40 y para ser más exacto en 1944, forma su primera orquesta que en sucesivos años fue un poco su discutida por su interpretación de tango, si tenemos en cuenta las orquestas de esa época, que fueron pilares de nuestra música. Horacio Adolfo Salgán fue una especie de puente entre músicos como: Julio De Caro, Osvaldo Pugliese, Anibal Troilo y Alfredo Gobbi, entre tantos, y los que lo sucedieron basta con nombrar a Atiliio Stanpone, Leopoldo Federico, Osvaldo Berlingieri, José Colángelo, Raúl Garelo y otros.
Entre sus cantores, contó con Alfredo Bermudez, Edmundo Rivero y Héctor Ortíz, quienes no grabaron con la orquesta, para luego convocar a Ángel “Paya” Díaz, Horacio Deval y Roberto Goyeneche, quien no hacía mucho tiempo que se iniciaba como vocalista luego de su paso por la agrupación de Raúl Kaplún.
El maestro recién comenzó a grabar en los años 50 para el famoso sello R.C.A. Víctor.
Luego de disolver su formación orquestal, fue uno de los fundadores del Quinteto Real, junto a Pedro Laurenz, Enrique Mario Francini, Ubaldo De Lío y Rafael Ferro.
Salgán fue compositor de innumerables éxitos de nuestra música entre el que más se destaca es “A Fuego Lento”. Durante su vejez, vivió en su departamento del emblemático de Villa Crespo, barrio por excelencia del tango.
Poco después de cumplirse el centenario de su nacimiento, el maestro se nos fue el 19 de agosto de este año con su música a seguir tocando en el firmamento de nuestro cielo. Muchas gracias maestro por todo lo que nos dejaste para nuestro deleite.

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