lunes, 9 de junio de 2014

Empezaron las obras en la cuenca del arroyo Vega para atenuar las inundaciones

Con el fin de solucionar los efectos que causan las inundaciones en la cuenca del arroyo Vega, que afectan sobre todo a los barrios de Parque Chas (Comuna 15), Villa Urquiza (Comuna 12) y Belgrano (Comuna 13); el Gobierno de la Ciudad presentó un proyecto para realizar obras en la zona, que solucionarían en un 90% los problemas causados por las fuertes lluvias.
Se realizó una reunión a fines de abril entre funcionarios porteños, vecinos y comuneros en la sede de la Comuna 13 (Cabildo 3067), pero más allá de las propuestas, los vecinos no quedaron conformes y hasta en algunos casos, manifestaron sus sospechas de corrupción por parte de los funcionarios.
En la reunión, los expositores mostraron sus propuestas para solucionar los problemas de inundaciones en la cuenca del arroyo Vega, que ocupa 1.712 hectáreas y afecta a 315 mil vecinos de los barrios de Belgrano, Colegiales, Villa Urquiza, Villa Pueyrredón; Parque Chas, Chacarita, Agronomía y Villa Devoto.
Según los funcionarios que hablaron a los presentes, las obras -que empezarán este año y durarán unos 28 meses luego de aprobado el contrato- solucionarían en un 90 por ciento los efectos de las inundaciones en la zona. Sin embargo, la mayoría de los vecinos no se conformaron con la propuesta. La consideraron un “parche” para los problemas. Algunos incluso reaccionaron de forma agresiva, lo que también hizo enfurecer a alguno de los expositores. Así, la reunión se tornó agitada y poco fructífera en términos de diálogo. Se exhibieron a los presentes varios planos, mostrando lo que será la obra.


Según el Ingeniero Eduardo Cohen, uno de los expositores de la reunión, que se desempeña como Director General de Obras de Ingeniería del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires,  la obra en su conjunto -aproximadamente 1.450 metros- se ejecutará en el segundo semestre de este año. “La idea es licitar en junio y empezar en julio, con un plazo de 28 meses después de aprobado el contrato. Estamos en gestiones con el Banco Mundial para financiar esa obra. Esta es la solución de fondo para el arroyo Vega y manejamos la recurrencia que tiene el Plan de Gestión de Riesgo Hídrico para la Ciudad. Hay una probabilidad de una tormenta fuerte -de 60 milímetros durante dos horas- una vez cada diez años. Por eso decimos que esta obra solucionaría en un 90 por ciento el problema de las inundaciones en la cuenca del Vega”, explicó Cohen. En otras palabras, el ingeniero quiso decir que no habría problemas si llueven 60 milímetros o menos en la zona pero sí los habría, aunque con efectos atenuados, si la tormenta supera los 60 milímetros en dos horas, es decir en el caso de lluvias denominadas “muy fuertes” o “torrenciales”.
No obstante, si bien la obra principal aún no comenzó, ya empezaron algunos pequeños trabajos en la zona. La primera etapa consistió en derivar el flujo de agua del aliviador Monroe desde un sitio hacia una conexión con el emisario del Vega, ubicada 500 metros en dirección al Río, en donde el espacio de descarga se amplió a 110 metros cuadrados. Al triplicarse la capacidad de drenaje, el escurrimiento pluvial los días de lluvia mejorará en un 40%. La siguiente etapa del plan prevé la construcción de un segundo emisario del arroyo que estará dividido en dos tramos y que tendrá una longitud total de 8.400 metros con punto de origen en la calle Nueva York esquina Helguera en el barrio de Villa Devoto.
Como mencionamos, en la reunión de la Comuna 13, varios vecinos se mostraron muy disconformes con los funcionarios del Gobierno de la Ciudad, como Alejandro Tiscornia, vecino de Saavedra; quien al finalizar la reunión mostró a los presentes un pendrive con un mapa de zonas inundables que realizó el gobierno porteño, mostrándose molesto porque se invirtió demasiado en algo de tan mala calidad.
Otro de los vecinos que estuvo en la reunión fue Rubén Poli, de Parque Chas, quien cuestionó duramente al Gobierno de la Ciudad en un grupo de Facebook: “La obra está en pañales porque se basa en un préstamo del Banco Mundial, el cual no queda claro si está aprobado. Si bien duraría 28 meses, no hay fecha de inicio. Se basa en estudios realizados por la empresa interesada en la obra y no hay garantías de que los barrios no se vuelvan a inundar. La reunión fue un montaje del Gobierno de la Ciudad para quedar bien ante un consultor del Banco Mundial que estaba presente en la reunión y no fue presentado en tal carácter. Nos quisieron poner como figuritas inertes que avalan algo sólo por ser testigos de diapositivas que muestran maquinaria pesada, túneles que hay que arreglar, datos complejos que apenas se distinguen y cuyas fuentes no se explicitan. Tienen poco orgullo de lo que piensan hacer y mucho por esconder”, dijo el vecino en la red social.
En medio del tumulto y el griterío de la reunión en la Comuna 13, uno de los pocos que intentó apaciguar las aguas fue Basilio Sioutis, comunero de la Comuna 12 por Proyecto Sur. Estuvo también presente Carlos "Lito" Grisafi, comunero de la Comuna 15 por el Frente para la Victoria. Los vecinos, en general, expresaron que no se oponen a las obras, pero pidieron detalles sobre qué se va a hacer y sobre el presupuesto que se tendrá en cuenta para llevar a cabo los trabajos.

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