lunes, 4 de junio de 2018

Larreta inauguró Plaza de Mayo en medio de la polémica por su enrejado

Fuente: Nueva Ciudad

Espacios como el Observatorio por el Derecho a la Ciudad y Basta de Demoler denunciaron irregularidades en la remodelación de la obra y presentaron una denuncia judicial por la instalación de rejas.
En medio de la polémica por el enrejado que se pudo ver estos días en Plaza de Mayo, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, inauguraron las obras de puesta en valor del histórico espacio. “Esto va a beneficiar mucho toda la circulación de los vecinos de la Ciudad o quienes nos visitan por toda la zona céntrica”, dijo Rodríguez Larreta, y afirmó que esta reinauguración “es parte de la transformación que estamos llevando a adelante en toda la Ciudad de Buenos Aires” y que “como siempre, obra que nos comprometemos, obra que terminamos”.
La obra amplió la superficie de la plaza, que pasó de 19.343 a 23.665 metros cuadrados, ganándole carriles a las calles laterales y sumando superficie verde. Además, se renovó la iluminación y se restauró la Pirámide de Mayo. No obstante, desde hace semanas, organizaciones civiles denunciaron el enrejado que se habilitó en el lugar como parte de las remodelaciones.
“En reemplazo de las vallas de contención que se encontraban frente a la Casa de Gobierno, se instalaron rejas y portones que cuentan con un sistema de plegado que –a diferencia de las vallas- facilita el flujo de tránsito”, señala la información oficial. “Son mucho más lindas que las vallas horribles de la Policía”, acotó Machiavelli ayer durante la presentación oficial de la medida.  Además, justificó la instalación de rejas por una cuestión de “seguridad presidencial”.
Por su parte Ariel Iasge, director General de Espacios Verdes, dijo que “el día que las condiciones de seguridad lo ameriten, retiramos las rejas”. Esas rejas quedaron en el centro de la polémica cuando se viralizaron las primeras fotos tras su instalación. Parte de las críticas llegaron desde espacios como el Observatorio por el Derecho a la Ciudad y Basta de Demoler, entre otras organizaciones en defensa del patrimonio, que ya habían denunciado irregularidades en la remodelación de la plaza y que sumaron la instalación de rejas a la denuncia judicial. La Justicia dio cinco días hábiles al Gobierno para responder, plazo aún en curso.
Uno de sus principales cuestionamientos apuntaba a que la reforma de la Plaza de Mayo no puede hacerse sin la aprobación de la Legislatura porteña, por tratarse de un área protegida a nivel histórico y ambiental. Macchiavelli, sin embargo, afirmó: “Creímos que no hacía falta (pasar por la Legislatura) y la Comisión de Monumentos tampoco lo consideró pertinente”.
Además, calificó la remodelación como una tarea de “mantenimiento”, algo para lo cual sí está facultado el Ejecutivo porteño. En cuando a la denuncia judicial, dijo no estar al tanto de notificaciones recientes y aclaró que “los temas judiciales los maneja la Procuración”. Y agregó: “Hicimos todas las presentaciones ante los organismos legalmente validados”, pese a que las organizaciones denunciantes cuestionaron que nunca se presentó formalmente un proyecto de obra.
La Plaza de Mayo se reabre con los emblemáticos pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo vueltos a pintar, luego de que las baldosas anteriores fueran retiradas. “Hubo acuerdo con todos los sectores. El jueves las Madres pintaron los pañuelos y ningún jueves quedó sin marcha”, resaltó Iasge, durante la rueda de prensa previa a la inauguración de la plaza reformada.  

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