Hace 4 años que Subterráneos de Buenos Aires prometió llevar adelante la construcción de las obras de extensión al hacerse cargo UTE Techint-Dycasa. Sin embargo, hasta la fecha son pocos los avances realizados y se estima que, con fortuna, podrán finalizarse tan sólo dos estaciones en lo que resta del año.
A diferencia de las seis estaciones de subte prometidas en el marco del proyecto de extensión de obras de la línea H, se estima que tan sólo podrán finalizarse dos. Tanto las estaciones Nueva Pompeya como Sáenz fueron paralizadas (siendo en el caso de la primera de ellas directamente anulada por una ley aprobada en la Legislatura) Por su parte, también Plaza Francia, Las Heras y Córdoba sufrieron bajas. Mientras que la primera de ellas fue reubicada en Facultad de Derecho, calculando su finalización para el año 2017, la estación Santa Fe tiene como asunto pendiente la construcción de los pasillos de combinación con la estación Pueyrredón. Dicha estación tendrá combinación con la línea D. Por estos motivos, únicamente serán abiertas (con demora) tan sólo dos estaciones para el mes de julio. De acuerdo a lo expresado oficialmente, ya se realizaron las obras de mayor relevancia pero restan las terminaciones de las estaciones: desde el señalamiento y los rieles hasta todo el equipamiento electromecánico. Se trata de una obra “llave en mano”, modalidad en la cual la empresa se compromete a entregar la obra concluida de forma tal que pueda ser inmediatamente utilizada una vez terminada su labor. Cabe destacar que más allá de las demoras en torno a la construcción de las obras, resulta fundamental tener en cuenta la escasa cantidad y calidad de formaciones con las que cuenta la linea H, sobre todo considerando que la extensión al norte aporta un caudal muy significativo de pasajeros que resultará difícil de absorber, fundamentalmente cuando se concluya la obra para combinar la linea H con la D. Si bien hace tres años que se solicitó la adquisición de trenes nuevos a Brasil, su fabricación también fue demorada por falta de financiamiento y se estima que recién a fin de año podrían llegar al país. Desafortunadamente son de público conocimiento las demoras en torno al desarrollo de una infraestructura adecuada que posibilite una adecuada calidad de vida para los ciudadanos que transitamos la Ciudad de Buenos Aires, resultando imperante la generación de una red subterránea que atraviese la urbe, agilizando la circulación y mejorando notablemente tanto el tránsito vehicular como el asedio cotidiano que implica viajar en nuestra, a pesar de todo, hermosa Ciudad de Buenos Aires. Los avances alcanzados hasta la fecha resultan positivos pero insuficientes, restando aún muchas obras por delante, debiendo coordinar esfuerzos mancomunados con los organismos públicos correspondientes tanto de la Provincia de Buenos Aires como de la Nación para conjuntamente llevar adelante un plan que posibilite garantizar una mejora sustancial tanto de los ciudadanos así como de los transeúntes que circulan diariamente por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.Lejos de ser un tema menor, esta serie de mejoras podrían repercutir positivamente en múltiples aspectos de los ciudadanos, en diversas cuestiones que no suelen asociarse frecuentemente tales como mayor seguridad, mayor salud y bienestar de los ciudadanos, mayor disponibilidad de tiempo tanto para fines laborales como recreativos, por nombrar tan sólo algunos de los beneficios indirectos que conllevan todas estas obras.
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