sábado, 19 de julio de 2014

Ricardo Caruso Lombardi: el gran DT de Villa Ortúzar



Aclaración: esta es una "actualización" de una nota publicada en el periódico "El Barrio" en 2013. La entrevista fue realizada a mediados de ese año, cuando el DT dirigía a Argentinos Juniors, en el predio de entrenamiento que tiene ese club en el Bajo Flores.

El polémico entrenador Ricardo Caruso Lombardi es un ex futbolista y actual director técnico –con 20 años de trayectoria- nacido en Villa Ortúzar. Vivió más de cuarenta años en su casa natal, de Giribone entre Acha y Lugones, en el límite con Villa Urquiza, barrio en donde cursó su secundaria en el colegio Reconquista, de Triunvirato y Rivera. En Villa Ortúzar vivió un buen tiempo con Mary, su ex mujer y sus hijos Johan y Nicolás, de 20 y 26 años. De adolescente, Caruso iba a bailar a San Jorge, en Villa Pueyrredón (que después pasó a llamarse City Hall y luego pasó a llamarse Apple), comía pizza con amigos en Pin Pun –que estaba en Donato Álvarez (hoy Combatientes de Malvinas) y Triunvirato- o en Santa Isabel, que se encontraba en Los Incas y Triunvirato. Iba también con sus amigos al Cine 25 de Mayo en Villa Urquiza (Triunvirato 4444) y hasta actuó allí en un acto escolar cuando era chico.
De carácter fuerte y sin pelos en la lengua, Caruso, tras dirigir a varios equipos del ascenso, saltó a la fama en los últimos años, por haber salvado del descenso a varios equipos de Primera y por sus peleas mediáticas con distintos personajes del fútbol.




Ricardo Caruso Lombardi, el “tano”, tiene 52 años y nació en Capital Federal. Se crió en Villa Ortúzar, en donde jugaba al fútbol de chico con amigos del barrio en un terreno baldío que estaba en Lugones y Ballivián. Hacían campeonatos entre chicos de las distintas calles de la zona, estaba por ejemplo el equipo de la calle Lugones, el del pasaje “China” o el de Giribone, en el que jugaba Caruso por vivir en esa calle. Según el mismo Ricardo, era habilidoso de chico, pero se “endureció” de grande. Fue a la primaria y a la secundaria en colegios de Villa Urquiza, mientras jugaba desde los 15 años en las divisiones inferiores de Argentinos Juniors, en donde entrenaba en el predio “Islas Malvinas” y donde debutó como mediocampista central en 1981, cuando tenía 19 años. En realidad, pasó antes por las inferiores de Almagro (hasta los trece años) y jugó también dos años en el Club Parque (de Villa del Parque). Si bien pudo jugar algunos partidos en Primera División con Argentinos, como jugador casi siempre jugó en clubes del ascenso: Sportivo Italiano (en dos ocasiones), Atlanta, Almagro, Chacarita y Defensores de Belgrano, equipo en el que se retiró en 1992, cuando sólo tenía 29 años. Este futbolista que era bajo (1,60m.) y fortachón y jugaba de 5 y de 8, ganó un título de la Primera B y uno de la Primera C.

“Como futbolista era muy quilombero, peleador mal. A los rivales les pisaba los pies, les metía un “cortito” al hígado, hacía piquete de ojo”, dijo el mismo Caruso en una entrevista que le hicieron en la revista El Gráfico.
Tanto en su adolescencia como en parte de sus trayectorias como jugador y como técnico, Caruso no sólo se dedicó al futbol, sino que pasó por múltiples oficios: fue vendedor ambulante, hizo trabajos de herrería con su papá, vendió letreros luminosos, administraba y era disc jockey de su propio boliche en Palermo y de más grande, se puso a edificar. Lo que se dice, un todoterreno.


Como director técnico, su carrera comenzó en 1994, cuando tenía 32 años, en el mismo equipo en que se retiró como futbolista –Defensores de Belgrano. Caruso pasó por muchísimos equipos en su trayectoria como DT, que ya tiene más de 20 años de historia. Después de “Defe”, dirigió a Sportivo Italiano (en dos ocasiones), Estudiantes de Buenos Aires (también en dos oportunidades), Temperley, Platense, El Porvenir, All Boys, Tigre, Argentinos Juniors -en su primera etapa, en 2005, cuando debutó como DT en la primera división-, Newell´s Old Boys, Racing Club, otra vez Tigre (esta vez en Primera), Quilmes (en Primera, donde lo agarró prácticamente descendido y por un partido no pudo evitar el descenso y luego en el Nacional B, donde se fue estando cerca de ascender), San Lorenzo, de nuevo Argentinos Juniors (lo salvó del descenso y en el siguiente campeonato se dio el lujo de ser puntero del torneo, pero renunció al finalizar el mismo), Quilmes otra vez, para salvarlo del descenso en el último partido (él mismo dijo que dirigió este club en esa etapa solo por pedido de Aníbal Fernández, senador y directivo de Quilmes, con quien Caruso tiene una buena relación) y actualmente Tristán Suárez, que milita en la Primera B Metropolitana y tiene el objetivo de ascender al Nacional B en la próxima temporada. Actualmente dice no sentirse menos por estar dirigiendo a un equipo de la B Metropolitana, y ya sorprendió con este equipo venciendo 2 a 0 a Vélez en un amistoso.


En su carrera como DT, Caruso tuvo la curiosa anécdota de dirigir por un solo partido a Ferrocarril Urquiza, equipo de Villa Lynch (San Martín), que hoy se llama UAI Urquiza. En ese entonces, año 2008, Caruso se había desvinculado recientemente de Newell´s y por iniciativa del programa de televisión “Estudio Fútbol”, de TyC Sports, se acercó para entrenar y dirigir a ese equipo durante una semana, en conjunto con Rubén Villabona, quien era en aquel momento el DT del equipo que iba último en la división “D”. Después de una semana de entrenamientos, los dirigidos de Caruso ganaron por 3 a 0 el clásico a Central Ballester.
Ricardo Caruso Lombardi pudo dirigir en Primera División recién once años después de haber debutado como técnico y si bien ahora es famoso, siempre fue muy conocido en el mundo del ascenso, en donde como DT ganó tres títulos en la Primera B.
En Primera División es conocido por haber salvado a varios equipos del descenso: Argentinos Juniors- en dos ocasiones-, Newell´s, Tigre, Quilmes y hasta a equipos grandes como Racing y San Lorenzo (con el que venció en la Promoción a Instituto de Córdoba). También se hizo famoso por su habitual look de barba candado y por sus peleas mediáticas, entre ellas las disputas con Marcelo Tinelli, Rolando Schiavi, Omar Asad, Roberto Trotta, “Pipo” Gorosito, Diego Cagna, los jugadores uruguayos Andrés Scotti y Carlos Bueno, Diego Placente, Angulo Villegas (un colombiano al que dirigió en Tigre que acusó a Caruso de haberle pedido plata a su representante para jugar), el “Tolo” Gallego, el “Chori” Domínguez, los periodistas deportivos Elio Rossi y Gonzalo Bonadeo, Rodolfo Arruabarrena, Jorge Miadosqui (quien era presidente de San Martín de San Juan), el actor Viggo Mortensen –hincha de San Lorenzo-, Juan Antonio Pizzi (a quien Caruso llamó “Pizzirrucho”, acusándolo de “serrucharle el piso”, cuando él era el DT de San Lorenzo) y Fabían García, quien era el ayudante de Leonardo Madelón, cuando era técnico de San Lorenzo, antes de que lo dirigiera Caruso. Esta pelea fue famosa y apareció en varios medios televisivos. El DT en ciertas ocasiones criticó a algunos árbitros y tuvo algunas conferencias de prensa muy calientes.

Los equipos de Caruso suelen ser defensivos, ordenados, aguerridos y tienen “todas las mañas”, como por ejemplo la de hacer tiempo cuando se está ganando. El DT es aparte muy mediático y le gusta mucho hablar, se dice que no dice que no a ninguna propuesta de entrevista, cualquiera sea el medio. En la televisión, en un programa de Diego Korol le inventaron un personaje que se llama “Carhumo Lombardi”, en alusión a quienes lo acusan de “vender humo”. También le hicieron una canción que circula en You Tube, titulada “El gran Carhumo”.

ALGUNAS PREGUNTAS AL “GRAN CARUSO”

-¿Sentís que por venir del ambiente del ascenso, todavía sos cuestionado por tus pares en Primera División?

-Costó mucho, porque el reconocimiento es muy difícil. Es como que no pertenezco naturalmente al ambiente de Primera y en un principio los demás te dejan de lado. A la larga, lo que te ayuda son los éxitos deportivos, sino pasas desapercibido. Hoy en día siento que sí hay técnicos que me reconocen. Eso pasó por ejemplo con Bianchi en mi último campeonato con Argentinos, cuando dijo que mis equipos siempre son difíciles de enfrentar. Fue un reconocimiento que no esperaba porque Bianchi no suele hablar de otros técnicos. Lo valoré mucho, más viniendo de alguien como él, que ganó todo con Vélez y con Boca.

-¿Te interesaría cambiar algo tu personalidad y calmarte un poco más?

-No me interesa ni un poquito cambiar, el día en que cambie me dedico a jugar a las bochas. Mejoré muchas cosas, pero callarme la boca es difícil, más cuando la realidad es tan injusta.

-¿Cómo es tu relación en general con la prensa, teniendo en cuenta que sos tan mediático?

-Hay de todo. Yo no niego entrevistas a nadie y con algunos tengo una buena relación. Pero veo también que algunos periodistas esperan siempre lo malo, nunca lo bueno; cuando haces las cosas bien se hacen los boludos y no te reconocen nunca nada. Están los que siempre te quieren matar y esperan tu fracaso. Y si ganaste o lograste algo, dicen que fue pura suerte, como cuando decían que cuando dirigía a San Lorenzo, nos salvamos gracias a la mala campaña de Banfield. Con San Lorenzo ganamos veinte puntos en diez fechas. Esas son cosas que me molestan; a veces alguno te llama porque necesita algo y después en las malas desaparece y si puede te pisotea.

-¿Te ves dirigiendo a algún equipo grande con el objetivo de ganar algún campeonato, o a la selección argentina o a la selección de otro país?
-Más adelante podría ser lo de algún equipo grande, pero por ahora no. Con la selección no me veo, es demasiado compromiso, no quiero volverme loco. A otra selección no, soy muy porteño y no me adaptaría en otro país; si ya me costó adaptarme estando en Rosario, cuando dirigí a Newell´s…

¿Qué técnico te gusta entre los argentinos?
-Me gustan mucho Martino, Alfaro, Gareca y Zielinski.

-¿Cómo fue que te hiciste hincha de Estudiantes de La Plata?
- Mi papá era de Estudiantes porque cuando él era joven, un vecino lo hizo hincha del “Pincha” y después él nos hizo hinchas a todos los de la familia. Cuando yo tenía entre 7 y 10 años, Estudiantes ganó tres veces la Copa Libertadores, y yo era muy fanático. Recuerdo que cuando tenía 10, tuve hepatitis y tenía que hacer reposo y mi viejo me traía para leer todas las revistas “El Gráfico” con notas sobre los partidos de Estudiantes. Yo me las leía todas y aún conservo esas revistas.

-Contanos como es tu trabajo, cuando reclutas jugadores en el interior del país o en pruebas que haces para jugadores libres, que después terminan jugando en tus equipos…
-Bueno, al interior del país a veces viajo a ver partidos en el Torneo Argentino. Tengo algunos contactos que por ahí me recomiendan a alguien y lo voy a ver o les digo que me lo manden para probarlo. Yo mismo organizo las pruebas que yo armo, dirijo la práctica y mis ayudantes miran también y después intercambiamos opiniones. De estas formas, encontré jugadores que después llegaron a Primera como por ejemplo Martín Morel, a quien vi jugando en Sportivo Las Parejas de Santa Fe o Juan Pablo Pereyra, que después llegó a Atlético Tucumán y a Estudiantes.



-Si sos un vendehumo, ¿te considerás entonces el vendehúmo más exitoso del fútbol argentino?
-Ja ja, hay muchos vendehumo en el fútbol argentino. Yo soy así, si tengo ganas de decir algo lo digo, no me callo nada. Si después lo que digo cae mal, bueno, prefiero ser criticado por hablar a no decir nada. Me lo tomo con humor. Cuando estaba en Argentinos, vino un chico (Nanhu) al predio de entrenamiento del Bajo Flores, que dijo que quería hacerme una canción y yo mismo terminé participando del video . La escuché y me causó mucha gracia, porque se titula “El gran Carhumo”, pero está bueno, cada uno tiene sus rebusques y si yo puedo ayudar al otro, bienvenido sea, para que pueda saltar a la popularidad o al estrellato (risas).

-Para terminar, ¿querés dejar algún mensaje a la gente de tu barrio?
-Villa Ortúzar es el lugar donde nací y me crié y tengo una gran identificación con este barrio y también con Villa Urquiza, en donde hice la secundaria y me hice muchos amigos (en realidad el lugar de nacimiento de Caruso está casi en el límite entre Villa Ortúzar, Villa Urquiza y Parque Chas). Tengo grandes recuerdos en Los Incas y Triunvirato, en las calles Ballivián, Lugones o en el pasaje China. Muchos lugares en donde anduve de pibe y que te quedan grabados en la cabeza. En Urquiza fui a la primaria y a la secundaria. Me gusta la esquina de Olazábal y Triunvirato, que está cada vez más linda. El barrio siempre le tira a uno y aunque ya no vivo allí, siempre vuelvo y es como que sigo estando siempre.


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