lunes, 12 de noviembre de 2018

El desafío de convertirse en ciudades amigables

La Ciudad de Buenos Aires tiene una superficie de 200 Km2, mientras que los partidos del Gran Buenos Aires ocupan una superficie de 3.680 Km2 y la provincia de Buenos en su totalidad cuenta con una superficie de 307.571 Km2. La Ciudad de Buenos Aires desde su fundación ha crecido sin cesar hasta convertirse en una de las ciudades más pobladas del mundo. Sin embargo la población se distribuye en forma desigual tanto en la Ciudad Autónoma como fuera de ella. Por otra parte pensemos que el área de la Capital y el Gran Buenos Aires representan tan sólo el 0,1% de la superficie total de nuestro país.

Las ciudades ocupan sólo el 3% de la superficie mundial. Para el año 2018 el 55 % de la población mundial vive en zonas urbanas, cerca de la mitad de los habitantes urbanos del planeta residen en ciudades de menos de 500.000 habitantes. Existen más de 500 ciudades que superan el millón de habitantes. Unas 70 ciudades superan los cinco millones de personas. Cincuenta  se encuentran por encima de los 10 millones, entre ellas nuestra Ciudad  y una ciudad que está acercándose a los 40 millones de habitantes.
Se espera que para el 2030, el mundo tenga 43 megaciudades de más de 10 millones de habitantes, la mayor parte de ellas en regiones en desarrollo.
La Ciudad de Buenos Aires ocupaba según cifras del 2016 el lugar número 13 entre las ciudades con mayor número de habitantes en el mundo después de:

1. Tokio (Japón) con 38.140.000
2. Nueva Delhi (India) con 26,454,000
3. Shanghai (China) con 24.484.000
4. Mumbai (Bombay) (India) con 21.357.000
5. São Paulo (Brasil) con 21.297.000
6. Beijing (China) con 21.240.000
7. Ciudad de México (México) con 21.157.000
8. Osaka (Japón) con 20.337.000
9. El Cairo (Egipto) con 19.128.000
10. Nueva York (Estados Unidos) con 18.604.000
12. Karachi (Pakistán) con 17.121.000
13. Buenos Aires (Argentina) con 15.334.000

El desafío de las grandes ciudades es convertirse en ciudades verdes con reducción de CO2, cambios en la gestión de residuos y aumento de la utilización de la bicicleta como principal medio de transporte. En definitiva en ser ciudades más amigables para la vida de las próximas generaciones. Todo un desafío.

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