El Poder Ejecutivo porteño reglamentó la ley por la cual se implementa la boleta única y el voto electrónico en las elecciones para cargos públicos en la ciudad de Buenos Aires. ¿Se implementará en 2015?
Resetear los comicios
Al defender la implementación del voto electrónico, la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, sostuvo que “elimina la impresión de boletas, el robo de boletas, entre otros”. Además, subrayó que se facilita el escrutinio, reduce la posibilidad de fraude y beneficia a los partidos chicos, ya que los mismos no tendrán necesidad de contar con fiscales en todas las mesas. En cuanto a la operatoria concreta, se trata de un sistema similar al utilizado en las elecciones en la provincia de Salta, Ushuaia o Marcos Juárez. La funcionaria explicó que tras procesar su voto en la computadora, “uno recibe una boleta impresa que tiene un código de barras con los que votó y lo pone en la urna. En el recuento, cada boleta con ese código, muestra en una pantalla lo que votó cada uno”. Aquí se plantean las principales dudas de los especialistas. La única empresa proveedora de esta tecnología es Magic Software Argentina (MSA S.A.), por lo que algunos apuntan que puede tratarse de una licitación “a medida”. Además, en el decreto no se menciona la existencia del “código de barras” del que habla Vidal, por lo que los detalles técnicos quedan a criterio del Ejecutivo. O lo que es peor: del concesionario del servicio. Según declaró Beatriz Busaniche, secretaria de la Fundación Vía Libre, al sitio Infotechnology.com “no es un problema del sistema en sí, sino más bien un problema político. Se está tercerizando el acto electoral en una empresa privada”. Contra las declamaciones acerca de la “modernidad” y “eficiencia” del sistema, hay que observar las experiencias internacionales. La Corte Suprema de Justicia de Alemania prohibió el uso del voto electrónico en 2009, por considerarlo “inconstitucional”. En Holanda, la desconfianza y las denuncias por supuesta manipulación de las computadoras, hizo que se regresara al sistema tradicional en 2008. Y en Irlanda se detuvo el proceso de convergencia hacia el voto electrónico. En cambio, otros países de la región, como Brasil y Venezuela, lo han implementado con aceptable éxito. Queda demostrado que su implementación no es una demostración de desarrollo tecnológico, sino una decisión de tipo político. Julia Pomares, directora del Programa de Instituciones Políticas del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) subraya que “cada dirigencia política, según su contexto, decide cuál es la forma de votar más adecuada. No hay nada inexorable o natural” (3). Además, remarca que “la decisión no es inocua electoralmente: cualquier cambio en la forma de votar – al cambiar cómo se nos presentan las opciones – tiene efectos en el comportamiento electoral”. Este punto es decisivo en la implementación: si, por ejemplo, las computadoras presentan en su pantalla inicial la opción de votar a todos los candidatos del mismo partido, sin previsualizar a cada uno de ellos, crecen las posibilidades de postulantes con menor conocimiento que vayan “enganchados” a la boleta de un candidato favorito. En el caso del PRO, muchos consideran que crecerían las posibilidades de Horacio Rodríguez Larreta, en su disputa con Gabriela Michetti, por la sucesión de Mauricio Macri. Y justamente la implementación del sistema depende de un área a cargo del actual Jefe de Gabinete. Por último, las dudas se centran también en el calendario. Para que las elecciones porteñas se realicen según las modalidades de boleta única y voto electrónico, deben ser desdobladas de las nacionales, tal cual lo establece la actual ley. Para ello, en los próximos días, el Jefe de Gobierno debe convocar a los comicios: las primarias abiertas deberían realizarse en marzo o a mas tardar en abril, las elecciones generales en junio y el balotage en julio, previo a las PASO nacionales. Un calendario tan apretado, haría de difícil concreción un cambio tan profundo en el sistema electoral. Una solución intermedia sería la implementación de la boleta única y que el voto electrónico se realice en forma experimental, en algunas mesas. La unificación con el calendario electoral nacional impediría la implementación de cualquier reforma. La decisión está en manos de Macri y se comunicará en los días que corren. Todo parece quedar librado a la conveniencia política del partido gobernante: si se considera que un previsible triunfo previo le sirve al líder del PRO para su candidatura presidencial, habrá un largo calendario de elecciones; en cambio, si se prevé en que su figura empuje a los postulantes locales, se buscará la unificación – previa ley de la Legislatura – con los comicios nacionales.
1. Anexo de la LEY Nº 4.894: http://www.cedom.gov.ar/es/legislacion/normas/leyes/anexos/al4894.html
2. Decreto 441/2014: http://www.lapoliticaonline.com/files/content/85/85016/boleta.pdf
3. Pomares, Julia: “7 claves sobre el voto electrónico” http://www.cippec.org/-/7-claves-sobre-el-voto-el-voto-electronico
0 comentarios:
Publicar un comentario