Desprolijidades en la Línea B

Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) vuelve a apelar a una mezcla de omisiones y falsedades para justificar la compra de los incompatibles coches CAF 6000. Ahora los voceros argumentan que la empresa supuestamente no conocía las características de la línea B. Y además no hay noticia sobre las obras de ventilación para el aire acondicionado. SBASE difundió la semana pasada en las redes sociales una especie de defensa a las obras en ejecución de la línea B al anunciar el retorno del servicio los días domingo, tras quedar cancelado desde mayo pasado.

La empresa estatal intento explicar que “durante estos meses cambiamos el antiguo sistema de alimentación eléctrica de los coches por uno mucho más moderno que va a permitir que las formaciones vayan más rápido”, una afirmación inexacta. El reemplazo del tercer riel por la catenaria rígida no tiene nada que ver con la velocidad que pueden levantar los trenes en circulación en un metro. Y es ciertamente improbable que lleguen a alcanzarla en la línea B. Catalogar al tercer riel de antiguo también resulta en el mejor de los casos impreciso: es que en el sector Lacroze-Rosas la propia SBASE instaló un riel de aluminio de buena calidad y excelentes propiedades conductivas, que fue ponderado incluso por la auditoría barcelonesa que fuera encargada en 2012 por el gobierno de Macri y que parece haber sido olvidada por las autoridades de SBASE. Además de que no es cierto eso de que se trata de un sistema tecnológicamente antiguo: es uno de los sistemas de electrificación más comunes en el mundo y muchas líneas en construcción lo siguen equipando en todos los continentes.
Desde SBASE explicaron que “la adquisición de esos coches se realizó en 2012 cuando la línea B no tenía catenaria rígida. En este sentido tampoco podían preverse las obras actuales porque estaban fuera de la competencia de SBASE”. La comunicación revela que en primer lugar la única razón por la que se decidió instalar catenaria rígida en la línea B es para permitir la circulación de los CAF 6000 y no por razones de seguridad frente al tercer riel o de una supuesta e improbable estandarización esgrimida por Juan Pablo Piccardo.
En segundo lugar permite observar que la empresa ha hecho de la confusión un instrumento institucionalizado de su política comunicacional: ya que no es verdad eso de que SBASE careciera de competencias sobre la infraestructura de la red previo a la sanción de la ley 4472, porque la misma nunca dejó de pertenecer a la Ciudad. SBASE es la misma empresa que proyectó y licitó todas las ampliaciones de la red —a excepción del tramo de la E que es responsabilidad del Gobierno de la Nación— y la que conserva la documentación técnica original de la Compañía Lacroze sobre las características de la línea B. Argumentar que la empresa no conocía las características de la línea B y por eso compró coches incompatibles es para tomar a la gente de ingenua de una manera maliciosa. “Para mejorar la circulación del aire en las estaciones estamos instalando un mecanismo de ventilación forzada“, continúa el comunicado de SBASE. Si bien esto es algo muy necesario para que transitar por la línea B (donde se siente demasiado el calor, sobre todo en epocas de verano) una vez puestos en marcha los coches con aire acondicionado no se transforme en intolerable, lo cierto es que esas obras aún no han comenzado y ni siquiera han sido solicitadas.
A su vez la empresa destaca que se realizan obras de mejoramiento y ampliación del Taller Rancagua, una obra a la cual no era necesaria realizar ninguna afectación al normal desarrollo del servicio. Entre otras cuestiones, SBASE resalta que “pusimos más bancos, ventiladores y cestos e instalamos el sistema Próximo Subte“. Hay que decir que no hacía falta aplicar un diagrama de emergencia para encarar estas tareas.
Para mayor información pueden comunicarse con el Centro de Atención al Pasajero al 0800-555-1616.